Las piedras calientes son colocadas en los puntos estratégicos del cuerpo para desbloquear nudos, tensiones y estrés, mientras que las piedras adicionales se utilizan para masajear el cuerpo, aliviando los dolores musculares, promover la paz, equilibrio y armonía. El calor de las piedras permite trabajar a nivel más interno, lo que nos permite la reconciliación con el cuerpo.